Clausura simbólica de la sede de la CNDH
Elizabeth Velasco C.
Dirigentes de organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos y de género advirtieron al aún presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, que no permitirán que llegue a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ni a ningún otro cargo relacionado con los derechos humanos y el mundo de la legalidad.
Elizabeth Velasco C.
Dirigentes de organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos y de género advirtieron al aún presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, que no permitirán que llegue a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ni a ningún otro cargo relacionado con los derechos humanos y el mundo de la legalidad.
En un acto de clausura simbólica del edificio de la CNDH, donde levantaron un muro con cajas de cartón donde se leía “por Ernestina Ascencio, por no respetar la libertad reproductiva de las mujeres, por ser cómplice en los feminicidios de Ciudad Juárez, por Jacinta, por las violaciones en Atenco”, María Eugenia Romero, directora de Equidad de Género, acusó al ombudsman de ser el fiel peón de las posturas conservadoras. Y en referencia a los intereses que Soberanes representa, usaron una efigie de cartón del ombudsman, vestido de obispo.
Durante la manifestación, a la que se unieron decenas de personas del estado de Hidalgo para protestar por la detención arbitraria de 94 elementos de la policía municipal y estatal, Romero enumeró la vergonzosa actuación del titular de la CNDH.
Se refirió a casos representativos: el recurso de inconstitucionalidad que presentó en la SCJN contra las reformas legales que despenalizan la interrupción del embarazo en el Distrito Federal.
Los argumentos de Soberanes fueron la base de 15 proyectos legislativos que dieron motivo a la aprobación desesperada de la penalización de las mujeres que se atreven a interrumpir su embarazo.
Los argumentos de Soberanes fueron la base de 15 proyectos legislativos que dieron motivo a la aprobación desesperada de la penalización de las mujeres que se atreven a interrumpir su embarazo.
Destacó la falta de perspectiva de género en los programas de la CNDH, y el silencio de esa institución ante los crímenes de odio por homofobia, circunstancia por la cual el país ocupa el nada honroso segundo lugar global.
Le recriminaron la evidente protección de los soldados que torturaron, violaron y asesinaron a Ernestina Ascencio en la sierra de Zongolica, así como las recomendaciones “tibias y laxas que emitió respecto al brutal operativo de la Policía Federal Preventiva en Atenco”, en 2006; la falta de atención a los asesinatos de periodistas, y su falta de actuación congruente en los feminicidios en Ciudad Juárez.
Romero recordó: No podemos olvidar que el 16 de marzo de 2005, en San Luis Potosí, usted (Soberanes) se durmió durante una conferencia sobre los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez.
Acompañada de las ex diputadas Elsa Conde y Martha Tagle, así como dirigentes de las agrupaciones Grupo de Información y Reproducción Elegida, Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres y de una docena más de la República, Romero demandó al Senado que en la SCJN se elija a alguien comprobadamente comprometido con los derechos humanos y los de las mujeres.
Entre consignas, decenas de mujeres reprocharon a Soberanes las graves omisiones y negligencias en el ejercicio de sus responsabilidades al frente de la CNDH, y le advirtieron que no pasará a la SCJN.