Está en puerta el aniversario del 3 y 4 de mayo, en que el gobierno de Enrique Peña Nieto y el de Vicente Fox tiñeron de rojo mi pueblo para vengar la derrota del aeropuerto que no pasó en 2002. Cada día de este exilio forzoso llevamos presente la saña con que hemos sido tratados; por ser leales a nuestros principios; por defender la tierra y el derecho a organizarnos; por solidarizarnos con nuestros hermanos que luchan por justicia, equidad y respeto para todos.
El valiente regreso a Atenco, de mi madre y compañera, Trini Ramírez, después de más de seis meses de exilio forzoso desde el mayo rojo, y la reciente "liberación" de las compañeras Norma y María Luisa, también son batallas que ha ido ganando el pueblo contra toda la vileza del Estado, pues durante estos meses se ha comprobado legal y legítimamente la inocencia de todos los presos del 3 y 4 de mayo. Por eso la sentencia que en unos días dará a conocer el juez Alfredo Blas Hernández tendrá que ser para absolverlos de los delitos que les fueron fabricados descaradamente y dictar libertad absoluta a Ignacio Del Valle, Felipe Alvarez y Héctor Galindo, pero también a nuestros compañeros sobre quienes pesan procesos falsos.
La libertad como la justicia, son banderas que construye el pueblo y nadie más. Siempre que nos queden lazos de solidaridad, irremediablemente los tiranos se van a topar con murallas de dignidad multiplicadas de norte a sur, de este a oeste. Los pueblos de Atenco no vamos a renunciar por ningún motivo a la libertad y la justicia. No descansaremos en este camino que decidimos andar.
América Del Valle, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra; responsable: Trinidad Ramírez
