■ Al final del concierto recibe un machete de Atenco, “símbolo de la defensa de la tierra”
Tania Molina Ramírez
Trinidad Ramírez, esposa de Ignacio del Valle, entrega a Manu Chao machete, paliacate y sombrero Foto: Jesús Villaseca
Un mar de gente escuchó en silencio y con los puños en alto el fuerte y claro mensaje de Trinidad Ramírez, a nombre del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), en el cual expuso por qué luchan y recordó a los presentes que hay “13 compañeros presos por luchar por nuestros derechos”.
Explicó algunas de las razones de la su lucha: “Porque queremos que ustedes sigan siendo libres y que gocen”. Frase que también podría expresar la esencia del concierto de Manu Chao y Radio Bemba Sound System, este sábado en el Foro Sol.
“¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”, respondieron decenas de miles de voces.
“Aquí estamos en pie de lucha. Bailen, sean felices, lo merecemos todos”, dijo Trini, esposa de Ignacio del Valle, condenado a más de 100 años de prisión por defender las tierras de Atenco.
Trini y Hortensia Ramos, también del FPDT, entregaron sus paliacates a Manu y al bajista Gambeat. Frente al escenario colgaba una manta con la leyenda EZLN.
Trini y Hortensia Ramos, también del FPDT, entregaron sus paliacates a Manu y al bajista Gambeat. Frente al escenario colgaba una manta con la leyenda EZLN.
“Nos dejaron callados”
La intervención de las mujeres fue el momento más conmovedor en un concierto de por sí cargado de emoción y amorosamente combativo. Y quizá entre los más impresionados por la fortaleza y claridad de estas mujeres fue la misma banda de músicos.
“Nos dejaron callados”, dijo el cantante después del concierto. Lo dice quien participa en varios frentes de lucha cultural y política en distintos lugares del planeta (lo llama unirse para “cultivar huertos”).
Llovió durante un par de horas y de pronto, justo antes de que subieran a escena, el cielo se abrió.
La energía de la espera anterior al último de los conciertos de esta visita a México, estaba a tope, tanto entre el público como tras el escenario.
La banda se dio un fuerte abrazo y fueron apareciendo los integrantes de Radio Bemba: Angelo Mancini (trompeta), Julio Lobos (teclados), David Bourguignon (batería) y Phillipe Teboul (percusión). El guitarrista Madjid Fahem salió corriendo con los brazos a los lados, como avión.
“¡Eh! ¡Eh! ¡Eh!”, coreaba el público, con el puño en alto. Manu Chao, en la parte trasera del escenario, donde la gente no lo alcanzaba a ver, también tenía el puño en alto.
El bajista Gambeat apareció y lanzó su característico “uuuhh… uuuhh…”, como anunciando que el buque estaba zarpando.
Y ya en mar abierto crearon una auténtica fiesta combativa.
El Hoyo, la canción inspirada en Tepito, fue cantada por todos.
La multitud vivió una descarga total, una catarsis. En Desaparecido, la guitarra de Madjid y el bum bum del puño de Manu sobre su corazón fueron acompañados por las palmas de la gente, seguido de miles de voces preguntándose: “¿Cuándo llegaré?”
En La despedida, en la cual le canta a un amor que ya no está, todos se unieron para curarse juntos: “Hoy me despido, de tu ausencia, ya estoy en paz”.
“Esta canción es vuestra; dice que siempre nos veremos, México”, lanzó Manu al inicio de Volver, volver a ritmo punk rockero.
Antes, en plena lluvia, la tan querida entre varias generaciones de mexicanos Maldita Vecindad había transformado el Foro Sol en un inmenso salón de baile con Kumbala.
El vocalista Roco lanzó mensajes políticos (“un aplauso a todas las organizaciones en resistencia”) y convocó a los héroes: “Santo llamando a Blue Demon, tenemos una emergencia: luchar por liberar a todos los presos políticos”.
En Pachuco, la pieza “en homenaje al gran Germán Valdés Tin Tan”, se armó el slam en grande, con la gente brincando en los charcos.
La Maldita estuvo acompañada por Paquito (trombón) y Misael (saxofón), de Panteón Rococó.
Tras el concierto, Manu Chao y Radio Bemba se reunieron con un pequeño grupo de integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Con una gran manta del FPDT con una milpa, de fondo, se realizó una solemne ceremonia en la que se hizo entrega de machetes con mensajes pintados, paliacates y sombreros de palma.
La lucha es por los que vienen
“Conocemos nuestra tierra, la amamos, la defendemos. El machete no significa violencia, la violencia viene del gobierno. La lucha es por los que vienen. Los de antes lucharon para que tuviéramos patria, ahora nosotros luchamos por defenderla”, expresaron los habitantes de Atenco.
“Sé que apoyan las luchas justas del pueblo”, le dijo Trini a Chao antes de entregarle un machete “símbolo de la defensa de la tierra y el corazón de Atenco”.
Hortensia dijo al bajista Gambeat que “la mejor manera de concientizar a los jóvenes es así como ellos lo hacen, con la música” y mientras le ponía un paliacate le dijo que simbolizaba “el sudor del trabajo y las marchas, las lágrimas de las madres con hijos presos; no sólo se enjugan las lágrimas y el sudor de Atenco, sino también de Chiapas y Guerrero”, y de los otros lugares donde hay luchas y represión.
“Sabemos que son compañeros de trabajo firme”, les dijo Hortensia. Y habló de “todo el ánimo que nos inyectan e inyectan a los jóvenes”.
“¡Zapata vive! ¡La lucha sigue! ¡Presos políticos libertad!”, clamaron juntos los luchadores sociales y los músicos, con los machetes en alto.