miércoles, febrero 28, 2018

Llega a la Montaña de Guerrero maíz donado por la sociedad civil

  • Encabeza Ofelia Medina grupo que visitó a indígenas damnificados por Ingrid y Manuel
  • La ayuda, recaudada a partir de un concierto en noviembre pasado
  • Pobladores piden puente y que se solucione un conflicto de límites
  • Vamos a gritar sus demandas, promete la activista
La activista y actriz Ofelia Medina se reunió con indígenas del poblado de Valle Hermoso, municipio de Metlatónoc, Guerrero, como parte de la campaña Para que llueva maíz en la Montaña Foto Sergio Ocampo
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de febrero de 2018, p. 28
Metlatónoc, Gro.
Ustedes (los indígenas) son la verdadera riqueza de nuestro país y somos pocos quienes lo creemos, pero cada día somos más. Sin partido y sin pedirles nada, sólo venimos a darles las gracias por su lucha, su resistencia y su ejemplo, manifestó la actriz y luchadora social Ofelia Medina al entregar las primeras 11 toneladas de maíz a decenas de mujeres y hombres tu un savi (mixtecos) del poblado de Valle Hermoso, municipio de Metlatónoc, en la Montaña alta de Guerrero.
En esa comunidad, ubicada a más de 100 kilómetros de Tlapa de Comonfort, inició ayer por la mañana la campaña Para que llueva maíz en la Montaña, promovida por el Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña, el Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México AC y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, entre otros organismos.
Emocionada, Medina saludó a niños y mujeres indígenas; luego, entre aplausos de los asistentes, recordó que desde hace 30 años el director de Tlachinollan, Abel Barrera, quien la acompañó a esta localidad, me habló de ustedes, de la Montaña. Desde entonces somos amigos. Costó 30 años llegar aquí con un poquito de maíz.
Abel Barrera presentó a la comitiva: Estos amigos, encabezados por Ofelia, vienen a estar con ustedes, a abrazarlos, para decir que estamos juntos en esta lucha, para que haya maíz, para que los niños y la gente mayor puedan alimentarse. Que sepan que no están solos, para que sigamos organizándonos y ustedes tengan maíz. Gracias por la confianza, por ese trabajo que estamos haciendo.
A su vez, Ofelia Medina dijo: “Venimos porque gracias a Tlachinollan hemos escuchado la voz de ustedes. Nosotros no tenemos partido, somos personas en nuestro país, que agradecemos la existencia de los pueblos originarios.
Somos nosotros quienes damos las gracias a ustedes. Porque nosotros apenas nos empezamos a organizar, así como se organizan ustedes. Es la única manera de organizarse, parejo, derecho, no con mandones ni cabrones, sino con el pueblo, las mujeres y la gente que se organiza. Y les venimos a dar las gracias en nombre de muchas personas, expuso la activista.
Ante decenas de indígenas, recordó que para que llegara el maíz a la Montaña hubo un concierto de rock and roll (en noviembre del año pasado en el Foro Sol, con la participación de Café Tacuba, Molotov, Zoé, Mon Laferte y Kinky, entre otros). Ellos dieron dinero para traer este maíz.
Las mujeres mixtecas que escuchaban resultaron afectadas por la tormenta Manuel y el huracán Ingrid, en septiembre de 2013, cuando un río salió de cauce e inundó sus viviendas. Sus tierras de cultivo quedaron bajo cientos de toneladas de lodo y piedra.
Este maíz es poquito, pero lo traemos con mucho cariño, mucho respeto y mucho agradecimiento. Vamos a luchar. No quiero prometer, porque no quiero fallar. Vamos a luchar por nuestras compañeras. Gracias al Consejo de Comunidades. Son un ejemplo para nuestro país. Así es como se debe organizar la vida. Ahí está el maicito para hacer las buenas tortillas, subrayó Medina.
A lo que sí se comprometió la actriz fue a gritar al gobierno, porque es su obligación. Nosotros, por más que quisiéramos, no podemos construir escuelas ni podemos pavimentar; no tenemos ese dinero. Pero sí podemos ir y gritarlo, porque tenemos nombre, pues somos conocidos. Yo sí puedo regresar y decir: cumple con esta gente, que está organizada y te lo ha pedido desde hace mucho tiempo, para que llueva maíz en la Montaña. Vamos a gritar sus demandas.
En el acto varias personas agradecieron la solidaridad de los visitantes. Rufino, labriego, se dirigió a la comitiva que encabezaba Ofelia Medina: El poblado de Valle Hermoso está abandonado. Hay mucho sufrimiento en nuestra comunidad. Muchísimas gracias por los alimentos, porque estás luchando por la gente, Ofelia.
Otro comunero pidió: “Queremos que lleve nuestra voz ante el gobierno. Tenemos también un conflicto agrario con el poblado vecino de Jicayán de Tovar, municipio de Tlachoachistlahuaca. Apenas la semana pasada nos vinieron a balacear y por eso no hay clases en la telesecundaria.
También queremos un puente, porque durante las lluvias los maestros no vienen porque no pueden cruzar el río, y los niños pierden clases hasta por tres meses.
Finalmente tomó la palabra una indígena: “Llevamos muchos años viviendo aquí, padeciendo pobrezas. Las lluvias se llevaron nuestras tierras. Acuérdense de nosotros. No tenemos nada. Cuando llueve el río crece, y tenemos miedo de que nuestros niños mueran. No tenemos que comer; no nos dejan (los de Jicayán) acercarnos al cerro. Estamos viviendo encerrados.
El gobierno no atiende nada, a pesar de que está viendo cómo hay pobreza en este lado. Nos va a servir de mucho que lleven nuestra voz. Queremos que nos ayuden, que hablen por nosotros, y que nos traigan más maíz, agregó.
En entrevista, Abel Barrera, explicó que el proyecto surgió gracias a la organización de la gente, que exige al gobierno proyectos que garanticen el derecho a la alimentación.
Señaló que el Consejo de Comunidades Damnificadas planteó en octubre pasado, ante la Cámara de Diputados, incluir una partida presupuestal especial para los pueblos de la Montaña, y los legisladores se comprometieron a buscar presupuesto.
Además se empezó a difundir entre la sociedad civil la crisis alimentaria que vive la Montaña, y el desamparo en que se encuentran los pobladores a causa de Manuel Ingrid.
Por eso, dijo Barrera, el consejo tomó como bandera el derecho a la alimentación, para que se reactive la economía indígena, “pero lamentablemente el Congreso de la Unión no apoyó. Por eso se buscó apoyo de la comunidad artística y de la sociedad organizada. Así surgió la idea de hacer un festival (de rock en noviembre) para recolectar recursos para los damnificados de la Ciudad de México, Oaxaca y Guerrero.
Hoy entregamos las primeras 11 toneladas de maíz, y mañana tres en la comunidad de La Taberna, municipio de Malinaltepec, concluyó el director de Tlachinollan.