Es un trabajo de muy alto nivel en la defensa de los derechos humanos, señala
Abel Barrera, presidente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, elogió la labor de los padres de los 43 normalistas desaparecidosFoto Sergio Ocampo
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 13 de agosto de 2017, p. 14
Domingo 13 de agosto de 2017, p. 14
Tlapa de Comonfort, Gro.
Jan Jarab, representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, hizo un reconocimiento a la labor realizada por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan durante los 23 años de labor que hoy se conmemoraron en esta ciudad, el corazón de la Montaña Alta de Guerrero.
El representante de la ONU asistió como invitado especial a la presentación del informe del organismo no gubernamental: Guerrero: Mar de luchas, montaña de ilusiones.
El de Tlachinollan, dijo,
es un trabajo de muy alto nivel, muy profesional en la defensa de los derechos humanos, como lo testimonian los informes. El de ahora lo veremos con mucho interés, porque es más ambicioso y más innovador quizá que los precedentes.
Eso significa que todavía los temas de violencia e impunidad están presentes. Desde los años 90 no se resuelven,
permanecen con nosotros y ahora algunos, como son el ataque a las tierras y el territorio (en referencia a la lucha de San Miguel del Progreso, municipio de Malinaltepec, contra las empresas mineras), son más dramáticos.
Sostuvo que la labor de Tlachinollan es importante, porque
se dedica a muchas áreas relevantes de los derechos humanos, como es el caso emblemático de los 43 (estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa), pasando por los temas de impunidad y violencia, hasta los derechos económicos y sociales, como es la garantía a la consulta, al agua, a la alimentación y a una vivienda digna.
Insistió en que lo importante
es que se está creando una tradición de un trabajo comprometido y profesional que es reconocido a escala nacional e internacional, porque incluso esta labor de Tlachinollan ya ha sido premiada mundialmente varias veces. Les deseamos mucho apoyo y quiero reiterar nuestro apoyo y admiración.
Miguel Nieva, consultor forense internacional y parte del Equipo Argentino de Antropologías Forense, expresó:
Sólo tengo palabras de agradecimiento para los compañeros de Tlachinollan y las organizaciones que trabajaron en esto, pero en especial para los papás (de los 43 desaparecidos), que sin la confianza de ellos no se hubiera podido sacar este trabajo. Su confianza fue fundamental para realizar nuestra labor.
Bernabé Abraham Gaspar, en nombre de los padres de los 43 estudiantes, pidió a los asistentes que se unan a la lucha por la presentación de sus hijos.
A tres años de su desaparición, el gobierno no ha dado una solución satisfactoria. Por eso del 15 al 26 de septiembre llevaremos una jornada nacional de lucha por los miles de desaparecidos en el país.
Desaparecen a los maestros
Abel Barrera Hernández, presidente de Tlachinollan, se refirió al caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. No llegan los maestros
porque los desaparece el gobierno. Porque los ejecuta el gobierno en la Autopista del Sol, porque son los hijos de la lumbre y del fuego; somos rayo, maíz, cultura y resistencia. Somos dignidad y el orgullo de un país pisoteado por la sangre de jóvenes que quisieron germinar como la milpa.
Ustedes, dijo Barrera Hernández a los familiares de los 43 desaparecidos,
que han soñado con sus hijos maestros, sin pretenderlo, son ahora los maestros de los derechos humanos. En su clamor de justicia ahora está la gran trinchera de México de pelea por los derechos humanos, así con el emblema de sus hijos en el pecho, encarando el poder, desde (Enrique) Peña Nieto hasta el procurador, y allá en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Son ustedes, recalcó,
los que abrieron ese camino para que la asistencia jurídica llegue a México y sea luz para poder iluminar esta sombra, donde gobierna el Estado, con verdades solamente para decir que existe muerte, que existe silencio, penumbra, la nada, que domina el caos y que gobierna la delincuencia.
Al acto asistieron representantes de Amnistía Internacional y de organizaciones no gubernamentales y sociales, quienes al término del evento llevaron a cabo una marcha que culminó en el zócalo de Tlapa.