AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO:
A LOS QUE NO SE CANSAN DE
LUCHAR:
Nos dirigimos a nuestros
hermanos de lucha y de coraje, a todos los que hemos conocido en este largo
camino de la resistencia y que alguna vez nos han arropado con el abrazo de la
solidaridad.
Nosotros, los pueblos
organizados de Atenco y Texcoco, no tenemos más que nuestra lucha para devolver
el infinito caudal de aliento que el pueblo de México y sus organizaciones nos
han brindado a lo largo de los años.
Hoy, después del gran esfuerzo que
hemos emprendido desde 2001 en defensa de nuestra dignidad humana, nuestra
tierra y nuestra agua, el gobierno de Enrique Peña Nieto viene con una nueva
estrategia de despojo.
Después de haber sido vencidos los poderosos en su primer intento de construir el aeropuerto, después de haber proyectado su rabiosa venganza en aquel mayo rojo de 2006 sobre los pueblos de la Orilla del Agua, con el afán de destruir a nuestro Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), después de verse obligados a liberar a todos nuestros presos políticos en 2010; los que quieren despojarnos de la tierra, vienen de nuevo.
Vienen a tratar de arrebatarnos
el triunfo de haber dicho NO. Nuestra
decisión les costó lo que más les duele: el dinero. El proyecto de aeropuerto
que se intentaba echar a andar en nuestros territorios fue impulsado por el
gobierno foxista en alianza con el grupo Atlacomulco, que hoy detenta el poder,
con el respaldo y enorme interés de las más voraces empresas transnacionales
que ya saboreaban el jugoso negocio.
Todos los sectores del poder
(la Iglesia, los medios, las cámaras empresariales, los partidos políticos)
cerraron filas en nuestra contra. Pero nosotros, los que al perder nuestra
tierra y nuestra agua lo perdemos todo,
contamos con el apoyo de ustedes, hermanos de lucha, que encontraron en
nuestro pueblo una trinchera más y que nos hicieron fuertes en nuestra decisión
de resistir. Detener el aeropuerto significó en ese momento arrebatarles un
poder de decisión que pasó a manos de los movimientos en resistencia de México.
Hoy dicen “aeropuerto”
susurrando entre ellos, pero gritan “ecología” y “polo de desarrollo urbano”
para que escuchen los demás, tratando de confundir. Avanzan con cautela, saben
que si despiertan al México bronco, será más difícil concretar su despojo, porque
en Atenco encontrarán resistencia siempre, hasta el final.
Por eso no actúan con la torpeza de Fox, expropiando por decreto nuestras tierras y dando 7 pesos por metro cuadrado; esta vez vienen con un paquete de opciones. Nuevos proyectos se intentan implementar en nuestros pueblos:
a) El
Parque Ecológico Lago de Texcoco (PELT)
b)
México, Ciudad Futura (que incluye el aeropuerto), y
c)
Zona de Mitigación y Rescate Ecológico en el Lago de Texcoco
El plan del gobierno esta vez
incluye muchos ofrecimientos, el PRI ha repartido su dinero sucio a raudales en
nuestros pueblos para ganar el comisariado ejidal (por primera vez desde que
surgió el FPDT). Por lo bajo, han comprado voluntades: la conagua soborna a nuestros hermanos y
hermanas ofreciéndoles grandes cantidades de dinero para que acepten el
aeropuerto, los lacayos locales van de casa en casa tratando de convencer a los
ejidatarios de que se deshagan de la tierra y formen una asociación para convertirse
en socios del negocio que representa
el aeropuerto. Patraña tras patraña. Han clausurado nuestros pozos para
obligarnos a aceptar sus proyectos de
rescate, borraron nuestro mural en el centro de Atenco (símbolo de la resistencia)
con la intención de provocar un enfrentamiento dentro del mismo pueblo. El
objetivo: romper la unidad interna tratando de hacer pedazos la hermandad y
solidaridad que por siglos ha reinado en nuestra comunidad.
La cereza del pastel en su plan
es la convocatoria que hace ahora el comisariado priista a una Asamblea Ejidal el
próximo 18 de mayo en la que se pretende parcelar las tierras de uso común y los
caminos, para que dejen de ser propiedad común, y acabar con el Ejido otorgando
a cada persona en lo individual, el dominio
pleno sobre las parcelas. Esto
básicamente significaría la privatización de las tierras ejidales de nuestro
pueblo para abrir de par en par la puerta a que sean vendidas para el
aeropuerto, sin tener que pasar por ninguna forma de decisión colectiva.
Este 18 de mayo, se juega mucho
para nosotros, para todos los campesinos del país y para los movimientos que
nos negamos a entregarles todo a los dueños del dinero.
Desde su llegada a la
presidencia, Enrique Peña Nieto no ha hecho más que pasar una a una todas las
reformas estructurales que ponen nuestro país al servicio de los empresarios
nacionales y transnacionales: reforma laboral, reforma educativa, reforma
fiscal, reforma hacendaria, reforma energética, etcétera, hechas todas y cada
una de ellas para que el pueblo se hunda cada vez más en su pobreza en pos de
la ambición de la clase dominante.
Compartimos la desesperación de
quienes sienten la falta de espacios de resistencia que nos agrupen a todos en
defensa de lo que es de todos, pero nunca caeremos en la deseperanza. En medio
de la embestida de los dueños del poder y del dinero, a la Orilla del Agua seguimos diciendo que no, otra vez no, no
permitiremos que nos arrebaten la vida al quitarnos la tierra y el agua. También
están nuestros demás hermanos y hermanas que luchan por la justicia social, hijos,
como nosotros, del maíz. Ahí están los compañeros y compañeras comuneros que
defienden sus territorios y sus recursos con la fuerza de la organización, los
pueblos campesinos e indígenas por todo el país resistiendo frente a proyectos
de despojo, están los maestros y los electricistas con su terca resistencia,
los colonos luchando por el derecho a la vivienda y la organización colectiva, los
estudiantes con su solidaridad incondicional, los artistas e intelectuales que
prestan su rostro y su voz a las causas del pueblo, los profesionistas que
desenmascaran las mentiras del gobierno, miles de mexicanos que aún tienen el
firme compromiso de no rendirse, de no venderse, de no claudicar.
El desenlace de la Asamblea
Ejidal del 18 de mayo es muy importante para la existencia misma de nuestros
pueblos y, en un panorama más amplio, se juega aquí lo que en un futuro pueda
pasar con otras resistencias nacionales. Por eso los llamamos a unir nuevamente
nuestra voz y nuestra fuerza.
El gobierno ha hecho ya muchas
maniobras bajas y ruines para tratar de debilitarnos y todos sabemos de lo que
es capaz Peña Nieto tratándose de Atenco. Por eso los llamamos a formar un cordón
de paz y dignidad afuera de la Asamblea Ejidal que nos ayude a cerrarle las
puertas al chantaje y la presión contra los ejidatarios para obligarnos a
aprobar el plan del gobierno. Los llamamos a contribuir con su presencia
masiva, organizada y pacífica, a la defensa de la tierra y el agua este domingo
18 de mayo. La concentración será en la plaza de San Salvador Atenco desde el
sábado a las 5 de la tarde, con los medios que cada organización pueda traer
para pasar la noche.
Queremos ser muy claros: no
llamamos al enfrentamiento ni a la agresión contra nadie, no llamamos a
reventar la asamblea. Confiamos en que su presencia masiva inhibirá la
implementación de las conocidas prácticas priistas para ganar votaciones,
además de reforzar el ánimo, la convicción y la firmeza de quienes estamos
decididos a no vender nuestra tierra ni nuestra voluntad de lucha.
Si ellos han vuelto con un
renovado plan de despojo, nosotros tenemos que volver a cerrar filas para dejar
muy claro que no nos cansaremos de luchar.
¡Zapata vive, la lucha
sigue!
¡La tierra y el agua no
se venden, se aman y se defienden!
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra