miércoles, abril 26, 2017

La PF reprime con gas lacrimógeno a padres de normalistas de Ayotzinapa

  • De acuerdo con un reporte de los manifestantes, cinco personas resultaron lesionadas
  • Amnistía Internacional condena el uso excesivo de la fuerza; es una afrenta más en el caso Iguala
José Antonio Román
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de abril de 2017, p. 9
Elementos de la Policía Federal (PF) que resguardan la seguridad en torno a la Secretaría de Gobernación lanzaron gases lacrimógenos en contra de padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, que pretendían realizar un mitin en la dependencia y buscaban un diálogo con el titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong.
Los tres cartuchos lanzados por los policías provocaron el repliegue del grupo de más de medio centenar de personas, entre padres de familia, estudiantes, integrantes de organizaciones solidarias y representantes de los medios de comunicación, que sufrieron los efectos del gas.
Fue sobre la avenida Bucareli, poco antes de llegar al Reloj Chino, donde los agentes establecieron una línea de vallas metálica de casi tres metros de altura para impedir el paso a los manifestantes.
Tras su llegada al lugar, poco antes de las 11 horas, Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los normalistas, solicitó a los mandos policiacos una audiencia para que una comisión fuera recibida, de ser posible, por el secretario Osorio Chong.
Pasados casi 40 minutos y sin respuesta a su solicitud de audiencia, los padres y un grupo de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa empezaron a golpear con piedras la valla metálica.
Por una pequeña rendija de la valla, uno de los policías roció con gas en spray el rostro de varios padres que estaban cerca.
Esta acción enardeció a los manifestantes, y un grupo de ellos, con el rostro cubierto, empezó a lanzar piedras al lado donde estaban los policías, y posteriormente arrojaron cuatro enormes cohetones, cuyo ruido retumbó a varias cuadras del lugar.
La policía respondió con el envío de tres bombas de gas –una de ellas devuelta a los elementos por los estudiantes–, que provocaron el repliegue de los presentes una cuadra atrás, hasta el cruce de Bucareli y Morelos, en medio del pánico y los agresivos efectos del gas en la piel, el rostro y vías respiratorias. Eran ya las 12 del día.
Padres de los normalistas y estudiantes muestran las bombas de gas lacrimógeno que les fueron lanzadas para dispersarlosFoto Alfredo Domínguez
De esta represión hay un saldo de cinco padres de familia que resultaron lesionados por los efectos del gas lacrimógeno. Ellos fueron agredidos con los gases a escasos centímetros de su rostro, lo que provocó lesiones que ponen en riesgo la vista y otros órganos del cuerpo, de acuerdo con los primeros reportes médicos, según reportaron los manifestantes en un comunicado emitido un par de horas después.
Decisiones políticas
Posteriormente, los padres y estudiantes cerraron la circulación vehicular para realizar un mitin. Ahí, Vidulfo Rosales responsabilizó al secretario Osorio Chong y a su dependencia de tomar las decisiones políticaspara no avanzar en las investigaciones del caso Iguala, y de estar más preocupado en su campaña política rumbo a las elecciones presidenciales de 2018 que en dar con el paradero de los normalistas.
Finalmente, casi a las 13:30 horas el contingente regresó en una marcha al campamento que mantiene desde la semana pasada frente a la Procuraduría General de la República, en Paseo de la Reforma.
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum, reprobó la acción policiaca y dijo que el uso excesivo de la fuerza en la manifestación por agentes del Estado es una clara violación de los estándares internacionales de derechos humanos y es una afrenta más a las familias y compañeros de los estudiantes, en un caso que no ha sido debidamente investigado por las autoridades mexicanas.