jueves, octubre 01, 2015

Familias de los otros desaparecidos se reúnen con grupo de la CIDH

  • Parientes de 150 ausentes relatan su pérdida y la búsqueda
  • Piden que el gobierno federal siga a cargo de la seguridad en Guerrero
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Los representantes de la CIDH, encabezados por Emilio Álvarez Icaza, se reunieron en Iguala con los integrantes del movimiento Te buscaré hasta encontrarteFoto María Meléndrez Parada
Blanche Petrich
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 1º de octubre de 2015, p. 10
Iguala, Gro.
Las familias de las personas que desaparecieron en los últimos años en la región norte de Guerrero, los otros, como les llaman para diferenciarlos de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, integrados en el movimiento Te buscaré hasta encontrarte, pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que emita una recomendación al gobierno federal para que éste se siga haciendo cargo de la seguridad pública del municipio, y no se deje esa función en manos de la policía local.
En el preciso momento en el que estas familias enlutadas recibían y dialogaban con la delegación de defensores del sistema interamericano en el sótano de la iglesia de San Gerardo, en un barrio popular de la ciudad, el nuevo presidente municipal, el priísta Esteban Albarrán, tomaba posesión del cargo rodeado de su gabinete. Desde el lunes, cuando anunció quiénes serían sus colaboradores, se encendieron las alarmas del colectivo que desde hace ya cerca de un año decidió unirse y hacer pública su búsqueda de personas ausentes ante las numerosas fosas que se han ido descubriendo con el paso de los meses en los cerros y lomas que rodean la ciudad.
“Con estos nombramientos parece que el nuevo alcalde nos quiere mantener en el terror a quienes hemos decidido salir y dar la cara, gritar a los cuatro vientos de que en Iguala hay desaparecidos. Sabemos que son personas vinculadas con el crimen organizado, con Guerreros Unidos, particularmente, y que no son ajenos a la desaparición de nuestros seres queridos”, comenta el pariente de dos personas que están en la lista de búsqueda. Por razones obvias se reserva su nombre.
Yo, frente a esto, ya no sé qué hacer. Quiero preservar mi vida y la de los hijos que me quedan. Quiero huir. ¿Pero si me voy, quién va a buscar a mi hija desaparecida?, dice una madre. Muchos de los integrantes de esta agrupación han recibido amenazas de muerte.
En la región norte, Iguala es el municipio con mayor número de desaparecidos. La llegada de Abarca al ayuntamiento en 2012 disparó las cifras: de siete registrados en 2011 casi se cuadruplicó en 2012, con 32. Al año siguiente este número escaló a 79. En 2014 se cuentan más de 40, adicionales a los de Ayotzinapa. En lo que va de 2015 no han dejado de ocurrir desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, pese a que el Ejército y la Gendarmería han sido, hasta hoy, los responsables de la seguridad pública.
A la PGR le hemos puesto los huesos sobre la mesa
A los propuestos mandos policiacos –Crisóforo Tinoco Bahena, para la Secretaría de Seguridad Pública; Timoteo Mata Cruz, para la Policía Auxiliar; José Manuel de los Santos Peláez, director de Protección Civil, y Enrique Jiménez Zúñiga, ex jefe de Protección Civil y para infracciones en la dirección de Tránsito– se les vincula con hechos represivos y delictivos en el pasado, y se les atribuyen vínculos con el crimen organizado y con la familia del ex alcalde José Luis Abarca, preso en el penal de Matamoros.
En esta escala de la visita in loco que realizan los comisionados de la OEA, encabezados por su presidenta Rose Marie Belle Antoine; su primer vicepresidente James Cavallaro; el secretario general, Emilio Álvarez Icaza, y los comisionados Felipe González, Tracy Robinson y Rosa María Ortiz, el grupo mantuvo una sesión a puertas cerradas con cerca de 150 familias, cada una con su expediente y su pérdida entre las manos. Fue una sesión cruda. A cada momento se suscitaban crisis de llanto y desesperación y no faltaron las madres o esposas que salían sacudidas en llanto del auditorio para ser atendidas por personal de contención psicosocial.
Muchas esposas, padres o hermanos portaban sus camisetas negras. En la espalda llevan en letras blancas “Mientras no te entierre…” y al frente concluyen Te buscaré hasta encontrarte.
En la reunión tomó la palabra Adriana Baena, esposa de Saulo Rodríguez Cruz, quien era hace cinco años asesor jurídico de la policía ministerial de Guerrero. Está desaparecido y ella, con sus dos hijos –10 y 12 años– se incorporó a la búsqueda en noviembre del año pasado. A la PGR le hemos puesto los huesos sobre la mesa; hemos hecho el trabajo que les corresponde a ellos. Sólo les pedimos: denle un nombre a ese esqueleto en donde algún día latió un corazón.
Dos horas después, se formó una caravana de vehículos resguardados por agentes de la Gendarmería, guardaespaldas de los comisionados y Policía Federal y se encaminaron hacia uno de los cerros colindantes, a un paraje conocido como La Laguna, donde meses atrás este grupo ubicó en fosas comunes más de 15 cuerpos.
Ahí, al pie de una cavidad que alguna vez fue fosa y contuvo restos humanos desconocidos, Belle Antoine escuchó conmovida el relato de Mario Vergara, quien desde hace años busca a su hermano Tomás, un taxista que desapareció en Huitzuco el día de su cumpleaños, cuando toda la familia lo esperaba con el pozole en la mesa. Sus tres pequeños quedaron en ese limbo que todavía no es, siquiera, orfandad.
Por favor, ayúdenos a cambiar nuestro país, clamó.
Entre las peticiones presentadas en Iguala a la CIDH se incluye una recomendación para que sean los poderes federales, no los municipales, los responsables de la seguridad, lo siguiente: que la comisión exija al Estado mexicano el cese de la ola de violencia, que se juzgue en la Corte Penal al gobierno de México, que se otorguen medidas cautelares para las familias amenazadas de Iguala y se designe un perito internacional independiente que coadyuve en la identificación de los cuerpos que salen de las fosas clandestinas.
Hasta la fecha hay una lista de más de 400 personas registradas como desaparecidas de Iguala y municipios vecinos, Teloloapan, Huitzuco y Taxco (la PGR reconoce sólo 290). En las jornadas de búsqueda se han localizado decenas de fosas y se han ubicado y exhumado 104 cuerpos (adicionales a los más de 30 restos humanos que se encontraron en las semanas siguientes del ataque a los estudiantes de Ayot-zinapa en Cerro Viejo y Loma del Zapatero).
Fruto de las misiones de exploración que cada fin de semana organiza el grupo Te buscaré hasta encontrarte, hay al menos otros 40 sitios marcados como posibles puntos que ocultan fosas. Sin embargo, con la temporada de lluvias, que empezó hace dos meses, los senderos de las montañas se vuelven intransitables y el árido paisaje de tierra seca y huizaches espinosos se cubre de maleza verde y tupida. En esas condiciones no se puede continuar la exploración. Cuando cesen las lluvias el trabajo continuará.