miércoles, diciembre 10, 2014

El Estado, en vez de dar justicia, adquiere armas, pues teme al pueblo: normalista

Además de los desaparecidos, asesinaron a 50 compañeros, dice
Sergio Ocampo y Rubicela Morelos
Corresponsales
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de diciembre de 2014, p. 7
Chilpancingo, Gro.
Omar García, estudiante de la normal de Ayotzinapa y testigo de los hechos del pasado 26 de septiembre en Iguala, aseguró que ni en el caso del peor delincuente del mundo, ni siquiera en las películas, se ha visto un asesinato con tanta saña como la usada contra su compañero Alexander Mora Venancio, pues lo quemaron y redujeron sus restos a un huesito. Esa saña sólo tiene una respuesta, agregó Omar García, que las víctimas eran estudiantes, hijos de campesinos que siempre han protestado contra este sistema corrupto y asesino, el mismo que mató a 50 compañeros, en los pasados tres años y medio cuando Ángel Aguirre Rivero gobernó Guerrero.
Para Omar García, en el país hay dos bandos: los que oprimen y asesinan, y nosotros, los asesinados y calcinados. Omar García fue entrevistado en la casa de Mora Venancio, en el poblado El Pericón, municipio de Teconapa, donde desde el sábado pasado se vela su memoria. Omar García dijo que después del 26 de septiembre (cuando fueron secuestrados los 43 normalistas), el gobierno en vez de dar justicia, de mejorar algunos aspectos del país, está escudándose y fortaleciéndose más, porque teme que el pueblo se levante en armas.
Destacó que durante dos meses y medio, los padres de los estudiantes desaparecidos han dado una lección a las autoridades del país “con toda su dignidad, su pobreza y su dolor, han demostrado que la vida de una persona no se compra, no se vende.
Vi policías disparando contra nosotros, y llevándose a nuestros compañeros; vi al Ejército participando, a nosotros no nos hacen tontos, nosotros sabemos que ellos los mataron, dijo el normalista, quien sostuvo que el gobierno federal que encabeza el priísta Enrique Peña Nieto, en vez de investigar a los soldados y castigar a todos los culpables materiales e intelectuales, ascendió a varios militares “por su heroísmo, porque para ellos son héroes, otra vez le dieron en la madre a los que siempre andan protestando, porque detrás de todo eso está el estigma ‘se trataba de los ayotzinapos’, que históricamente tienen una posición política de oposición al régimen económico que ellos representan.”
Consideró que los hechos de Iguala dejaron al descubierto que quienes asesinan a estudiantes y al pueblo son los policías del mismo Estado, en colusión con el crimen organizado.