miércoles, junio 27, 2012

Hermano de juez ejecutado involucra a Peña Nieto por caso Atenco



La Suprema Corte de Justicia entregó el premio al mérito judicial al Juez René Hilario Nieto In Memoriam Foto: red
Por Guadalupe Lizárraga
TOLUCA, México.- Su hermano fue ejecutado en Toluca el 17 de agosto de 2006. Se trataba de un hombre de Estado, el juez federal de Almoloya de Juárez, René Hilario Nieto. Una ejecución de francotiradores, según denuncia de Ricardo Humberto Nieto, por no someterse a las peticiones de quien estaba planeado que sería el presidente de la República: Enrique Peña Nieto.
El hermano del juez, ha tenido que hacer sus propias investigaciones, ha dedicado años y recursos a indagar por qué ejecutaron a su hermano, si "era un hombre de leyes", dice, "entregado a la justicia y a conducirse con rectitud". ¿Por qué la Procuraduría ha detenido a presuntos culpables y los ha liberado al poco tiempo? ¿Por qué hay otras muertes detrás de esta muerte? eran las preguntas que rondaban en su mente y no ha descansado hasta conocer la verdad.
René Hilario era secretario proyectista y trabajaba con el juez Juan Pedro Contreras. Su nombramiento como juez federal fue un mes después de los enfrentamientos de Atenco. A él llegó el caso, y según la denuncia de su hermano Ricardo, se le “ordenó” entre sobornos, cohechos y amenazas, incrementar las penas carcelarias de los campesinos, especialmente la de Agustín del Valle, líder de los campesinos, que conforme a derecho rondaban entre meses hasta tres años. Sin embargo, la “orden” pretendía hasta 112 años de cárcel.
El haberse negado a esta solicitud sería el motivo por el cual lo ejecutaron, según la investigación. Pero su hermano denunció también que el juez había sido acosado y amenazado con otros casos de altos delincuentes protegidos por políticos del Estado de México. Para el hermano del juez no hay duda de sus asesinos materiales. Entre éstos, ha señalado a Roberto Delgado Nabor como uno de los que francotiradores, ejecutados mayo de 2007, en Veracruz, siendo escolta de Enrique Peña Nieto.
Han pasado seis años del asesinato del juez federal Nieto Contreras, y no ha habido claridad ni justicia en este crimen, denuncia Ricardo Humberto quien se ha dirigido a este medio y a la opinión pública internacional para contar puntualmente una narcoejecución acallada por los medios en México al estar involucrado el candidato del PRI.
Peritos de la PGR y agentes federales en la ejecución del juez federal René Hilario Nieto Foto: Agencia MVT
Mi hermano se negó a incrementar las penas carcelarias de líderes de Atenco
Ricardo Humberto Nieto ha escrito una serie de documentos en los que va atando cabos y sumando nombres de personas involucradas en el crimen contra su hermano. En vida, el juez era muy apegado a su hermano y le contaba las presiones que tenía en su trabajo. Le daba nombres de políticos involucrados en el narcotráfico y de cómo estaban protegidos por los mismos cárteles. Para Nieto, el candidato del PRI sólo es el rostro de una mafia política que intentar seguir en el poder a costa de la vida de las personas. Aquí parte de su denuncia:
"Soy el Dr. Ricardo H. Nieto Contreras, médico general por 30 años y con 10 especialidades en medicina alternativa o naturista, con lo que, gracias a Dios, nos ha ido muy bien con tres consultorios a mi cargo y empresario independiente registrado Amway de México durante 12 años. Aunque gozo de un éxito parcial debido a las continuas interrupciones (falsas demandas, amenazas, extorsiones, difamaciones, etc.) por cuestiones del narcotráfico y la política, como más adelante lo explicaré.
No es mi intención herir susceptibilidades, sinceramente, sólo quiero exponer mis reales y valederos motivos de por qué uno de los contendientes a la presidencia de México es el peor de los candidatos. Me refiero a Enrique Peña Nieto.
El 3 de mayo del 2006 se cometió una masacre más en contra del pueblo mexicano en San Mateo Atenco muy parecida a Acteal. En esta fecha fatídica mi hermano, el Lic. René Hilario Nieto C., era secretario del juez federal Juan Pedro Contreras en La Palma, Almoloya, (penal de máxima seguridad) en Toluca, Estado de México. Al mes, mi hermano fue ascendido como juez federal.
El 17 agosto del 2006, tuvimos la amarga experiencia de perderlo. Fue acribillado a los dos meses de ser juez federal en Almoloya de Juárez, La Palma, Toluca, Cuarto de lo Penal de Alta Seguridad del Estado.
Enrique Peña Nieto era gobernador del Estado de México (afortunadamente no pertenecemos a esa nefasta familia). Durante su período fue el estado que más narco ejecuciones contra jueces hubo, así como feminicidios, secuestros, asaltos, extorsiones. Han apresado a personas que, nosotros bien sabemos, tan sólo han sido “chivos expiatorios”.
Los verdaderos criminales están en altos puestos de Seguridad del Estado de México como son los narcotraficantes Wilfrido Robledo Madrid, Aurelio Vargas, Genaro García Luna, entre otros.
También quiero nombrar a Eduardo Medina Mora y Alberto Bazbaz, quien en ese entonces, éste último siendo Secretario de Seguridad Pública, fue premiado con la Procuraduría del Estado de México por asesinar campesinos y jueces del caso de Atenco. Es decir, lo premiaron por “tapadera” de los narcotraficantes Carlos Salinas de Gortari, Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y el actual Eruviel Ávila, así como del Obispo de Ecatepec Onésimo Zepeda.
Mi hermano, Lic. René Hilario Nieto Contreras, durante los dos meses que estuvo en el cargo recibió múltiples amenazas de muerte, contra él y contra el resto de nosotros, su familia, por no plegarse a los deseos de los narcopolíticos. Fue acribillado porque le tocaba dar sentencia definitoria (Cuarto de lo Penal Federal) a la gente detenida (campesinos) de Santiago Atenco (Peña Nieto “ordenó” que exagerara sus delitos para aumentar la penalidad) y que ayudara (con penas más cortas) a más de cien delincuentes profesionales como Arturo Pliego Fuentes “El Súper Policía”, Daniel Arizmendi “el Mocha orejas”, Ramón Alcides Magaña “el Metro”, a Oziel Cárdenas Guillén del grupo de los Arellano Félix.
Otros delincuentes, conjuntamente con Enrique Peña Nieto, le ofrecieron grandes sobornos para que les ayudara en sus casos. Hablo de millones de pesos, residencias suntuosas, vacaciones lujosas con todo pagado. Pero nunca intentó torcer la ley porque nuestros valores familiares son que la justicia prevalezca a toda costa.
Me dijo mi hermano días antes de su muerte, con mucha tristeza en sus ojos, en su corazón y en su alma, que de someterse se esclavizaría toda su vida o sería abatido por bandas contrarias. Que a México y a los mexicanos “ya nos llevó el tren” porque un número importante de los funcionarios públicos en su entorno estaban coludidos con los narco políticos.
Me reservo muchos de los nombres que él mencionó, porque de ello depende mi integridad física y la de mi familia y para no entorpecer la investigación desde otros países y en cauces legales.
De acuerdo a mis investigaciones personales en las que he invertido fortísimas cantidades de dinero (tanto en investigaciones como en protección) producto de mi trabajo, y de andarme escondiendo y disfrazando por las múltiples amenazas de muerte, de falsas difamaciones y demandas interpuestas en contra de mi profesión y mi persona, tengo una larga lista de más de 50 personas que se involucraron directa o indirectamente con la muerte de mi hermano.
No me causa temor, ya los conozco, y en caso de que atenten contra mi familia o mi persona ya están pagados la mayoría (así funcionan las cosas en México).
Tengo suficientes datos de ellos y de sus “familias” para proceder, pero será por decencia que espero que la Justicia llegue, con las pruebas aportadas a Amnistía Internacional y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Quiero mencionar que poco a poco, varios de los involucrados, han ido cayendo en prisión o han sido víctimas de narcoejecuciones políticas. Duele también porque nunca desearía la muerte de un semejante bajo ningún motivo y esa no es la justicia que fortalece al país.
Estas experiencias jamás me han doblegado porque hay lados positivos de todas las experiencias por muy negativas que sean: tuve que aprender de leyes en la práctica para poder ganar las seis falsas demandas que me interpusieron y la verdad se impuso. Aprendí a conocer cuáles eran mis verdaderos amigos y porqué muchos me dieron la espalda ¡aun siendo vecinos!
Me di cuenta que el 78% de los licenciados en Derecho operan con títulos falsos en todo México. Me di cuenta del gran alcance y dominio que tienen estos narcotraficantes, porque me encuentro a ocho horas por carretera de la ciudad de Toluca. Me di cuenta del divorcio total que hay entre las leyes estatales y federales, y que las leyes están hechas para proteger al poderoso. Me di cuenta que la bandera de los narcopolíticos siempre será napoleónica (“divide y vencerás”), y que su objetivo es “vender la patria” para su enriquecimiento personal.
El narco juez federal Juan Pedro Contreras, que fungió como jefe mediato de mi hermano René Hilario Nieto, le negó protección. Cuando mi hermano le pidió escoltas y vehículos blindados para su protección personal por las frecuentes amenazas que estaba recibiendo, él sólo le contestó: “¿¡Qué! A dos meses de tu cargo ya tienes miedo!?”.
No era miedo, conocí a mi hermano profundamente y era un hombre muy valiente. Era su instinto de protección para con sus hijos, mis adorados sobrinos, y su esposa. Sospechosamente, este narcojuez le negó protección (lo necesitaba indefenso) y fue el primero en enterarse del suceso. Fue también el primero en presentarse a la escena del crimen, cuando era un asunto que no le competía directamente. ¿Acaso iba a hacer un peritaje? ¡Solo apareció para constatar que estaba muerto y reportarlo a sus narcos superiores!
Por lo anterior, hago responsable directo a Enrique Peña Nieto, actual candidato del PRI a la presidencia de México, en caso de que se atente contra mí, contra mis familiares y bienes, o ante cualquier acto delictivo, lesiones, secuestro, “siembra” de narcóticos o cualquier o delito que se nos impute, o acto fuera de la ley que dañe nuestro libre derecho a la vida, a la libertad, a la integridad, a la expresión y al proceso de esta indagatoria, en exigencia de la justicia para el crimen contra el juez federal René Hilario Nieto Contreras."
 
La averiguación previa a la que no se dio seguimiento PGR/MEX/TOL/ V/790/2006.

MEGA MARCHA CHAPINGO-ATENCO


viernes, junio 22, 2012

Contra epn



Ixtapaluca, Méx. Integrantes del movimiento #YoSoy132 y simpatizantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco marcharon en la carretera federal México-Puebla para manifestar su rechazo contra el candidato presidencial Enrique Peña Nieto. LJ / René Ramón

Contra el feminicidio y la tortura sexual


3ra Marcha anti Peña Nieto
24 de junio
del zócalo al ángel
conformemos un contingente violetaCONTRA el FEMINICIDIO y la TORTURA SEXUAL
cita: asta bandera a las 11 hrs.

lunes, junio 18, 2012

Ignacio del Valle y Camila Vallejo



Ignacio del Valle, líder de atenco y Camila Vallejo dirigente del movimiento estudiantil Chileno, comparten la virtud de soñar y luchar por utopías que alcanzaremos: "Siempre y cuando estemos todos juntos y demandemos con fuerza y un sentido de urgencia una verdadera democracia plena", juntos en un mitin en el Monumento a la Revolución.

sábado, junio 09, 2012

Por un México que no olvida...


Vota por el menos peor


El viejo pri - el nuevo pri


Memorias de una infamia Atenco no se olvida


F
ue hace seis años, un jueves 4 de mayo, en plena campaña electoral presidencial del año 2006. La Jornada registró día con día la represión policial contra el pueblo de San Salvador Atenco lanzada por el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox. Ambos, hoy unidos en la campaña presidencial, han asumido públicamente la autoría y la responsabilidad de aquellos hechos.
Hubo dos jóvenes muertos, de 14 y 20 años; incontables pobladores golpeados y humillados; muchas casas cateadas, destrozadas por dentro, robadas; más de 200 detenidos con violencia.
Hubo 12 pobladores encarcelados por más de cuatro años. En julio de 2010 la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró su inocencia y ordenó su liberación. ¿Quién les devolverá esos cuatro años de su vida?
Hubo, infamia específica nunca castigada, decenas de mujeres violadas, vejadas y humilladas por las fuerzas policiales de Fox y Peña Nieto. Los responsables dicen que fueronexcesos. Nadie ha sido castigado desde entonces.
He vuelto a las páginas de La Jornada de esos días. Esta es una selección de sus crónicas, memorias de una infamia que los jornaleros, con oficio y coraje, registraron.
* * *
5 de mayo de 2006
Tres mil policías en la incursión
Con saña, la toma de Atenco: 110 detenidos más
A las cinco y media de la mañana del jueves 4 se cerró la pinza policiaca sobre San Salvador Atenco. Media hora más tarde se registró el primer enfrentamiento para dejar libre la vía Texcoco-Lechería. En el poblado, la operación se dio por varios flancos. Hubo un bombardeo incesante de gases lacrimógenos. En términos generales, los ejidatarios opusieron poca resistencia. De inmediato se desataron una serie de razzias y múltiples cateos de viviendas en las que se aprehendía a los moradores. Éstos eran brutalmente golpeados y arrastrados en vilo hacia las camionetas oficiales. Según reportes, hasta el momento hay 217 personas encarceladas en los dos días de violencia.
* * *
7 de mayo de 2006
La Jornada recibió cartas de ejidatarios apresados. Estos son fragmentos de las misisvas enviadas desde el penal de Santiaguito, estado de México:
“Forzaron las entradas de las casas de al lado para acceder por las azoteas. Ya dentro, golpearon con toletes y armas a los compañeros que se encontraban en los cuartos, inclusive a los que estaban heridos. Con las mujeres cometieron bajezas, como bajarles el brassier y manosearles los senos y sus partes íntimas. No pararon de golpearnos hasta subirnos a los camiones. Algunos fuimos arrastrados escaleras abajo y pateados sin compasión en el piso. [...] En los camiones empezaron las amenazas de muerte. Nos percatamos de que los granaderos estaban drogados. Con las compañeras empezaron las agresiones y el abuso sexual. [...]
* * *
8 de mayo de 2006
Consignadas, 189 personas por delincuencia organizada
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) consignó este domingo a las 189 personas que permanecen detenidas por los operativos policiacos del 3 y 4 de mayo pasados en Atenco y Texcoco, acusadas de delincuencia organizada, con lo que ninguno de los encarcelados en el penal de Santiaguito podrá obtener su libertad en lo inmediato, ya que este ilícito es considerado grave por el Código Penal mexiquense. [...] La abogada Bárbara Zamora [...] calificó de infamia acusar de delincuencia organizada a personas que fueron sacadas con brutalidad de sus casas.
* * *
Ciudadanas españolas dan cuenta de vejaciones a manos de policías
María Sastres y Cristina Valls son dos ciudadanas españolas que el pasado miércoles se encontraban en San Salvador Atenco. [...] Deportadas,La Jornada las entrevistó en Barcelona. Se dijeron ultrajadas y muy afectadas” por lo ocurrido en San Salvador Atenco.
Cuando entró la policía al pueblonos tiraron de todo gases lacrimógenos, nos dispararon con balas y con todo. [...] Al final una señora nos abrió la puerta de su casa y nos refugiamos unas ocho personas. [...]Finalmente nos encontraron y nos agarraron; nos pusieron a todos con la boca al suelo, nos taparon la cara con capuchas y nos ataron las manos en el propio patio de la casa.
Las vejaciones más flagrantes se produjeron cuando las subieron a un camión junto a varias decenas de personas: “Nos metieron en un camión, donde nos empezaron a golpear todo el tiempo con las porras y con patadas. Además de que nos insultaban muchísimo, a nosotras por ser españolas nos llamaban etarras, putas y más cosas. Después nos cambiaron a un camión más grande, donde pasaron lista a todos –creo que éramos 38– y nos agredieron sexualmente a las mujeres”.
Sobre las vejaciones sexuales que sufrieron, María Sastres cuenta: Nos hicieron de todo, y como estábamos encapuchadas no veíamos quiénes eran; cuando mucho veíamos el suelo lleno de sangre y escuchábamos los gritos de dolor de la gente. No quiero entrar en muchos detalles sobre las agresiones sexuales, pero nos quitaron la ropa, nos la rompieron, nos pasaban la mano muchos policías y prefiero ya no decir más cosas. [...] Si intentábamos hablar con algún compañero nos pegaban, nos volvían a insultar y se reían de nosotros.
* * *
9 de mayo de 2006
Violaron a varias chavas camino al penal
Desde Chile, deportada, en entrevista con Blanche Petrich, la estudiante de cinematografía Valentina Palma denunció:
“Puedo decirlo con absoluta certeza: a varias chavas arrestadas en Atenco, con las que compartí cerca de 12 horas de prisión en Almoloyita, las habían violado durante el traslado del lugar de arresto al penal. Más de cinco, sin duda.
“Las chavas que yo vi lloraban mucho; estaban ensangrentadas, tenían la ropa desgarrada. Una llevaba los calzones rotos, la entrepierna del pants de la otra estaba totalmente descosida. Nadie decía la palabra violación, pero eso es natural. Las mujeres, cuando salen de un episodio así, lo bloquean. Y no quisieron que las revisara el médico legista. Una lo expresó así: ‘ya me metieron mano, no voy a abrirme de piernas para que me esculque otro más’. Porque no había una doctora. Era un médico sin sensibilidad y en extremo malhumorado”.
La estudiante del Centro de Capacitación Cinematográfica narra su detención:
Nos llevaron a un costado de la iglesia, donde ya había muchos detenidos, y nos obligaron a arrodillarnos. Nos seguían golpeando. [...] Me robaron todo: documentos, mi material, la cámara. Luego nos subieron a una camioneta. Me arrojaron sobre unos cuerpos ensangrentados. Uno de los uniformados me ordenó que pusiera la cara contra el piso, pero había un charco de sangre. Como me resistí aplastó mi cabeza con su bota. Ahí empezó el abuso sexual. [...] Cuando llegaron al penal y los bajaron del autobús, Valentina llevaba los pantalones a las rodillas y el cuerpo manchado de sangre, propia y ajena. [...]
Al bajar de los camiones, “nos taparon la cabeza y nos hicieron pasar entre dos hileras de policías que nos pateaban. Nos separaron a hombres y mujeres. Ahí vi a una policía y me dije ‘gracias, al fin’. Pero ella, apenas me vio, dijo: ‘déjenme a esta perra’, y me empezó a golpear con las manos en los oídos. Cuando me ingresaron vi a las chavas con los pantalones y la ropa interior rotos, llorando mucho. Éramos 25 o 30 mujeres, muchas en shock.Conozco esa reacción, la crisis después de un episodio de violación. Al menos dos sufrieron violación con penetración, aunque nadie pronunciaba esa palabra. Una contó que el hombre que la agredió le ordenaba decirle ‘jinete’ y se burlaba”.
* * *
La Jornada y El Universalpublicaron en esos días una carta fechada el 13 de mayo de 2006, firmada por 2 mil 500 mujeres, de la cual se reproduce un extracto:
“Las 2 mil 500 mujeres que firmamos esta carta: académicas, actrices, bailarinas, cineastas, diputada, diseñadoras, escritoras, estudiantes, feministas, fotógrafas, médicas, diseñadoras, miembros de ONG, museógrafas, músicas, pintoras, periodistas, profesionistas, religiosas, restauradoras, etcétera:
“Expresamos nuestra indignación y horror ante la violencia, los abusos sexuales y las violaciones ejercidos por las policías estatal y federal contra las mujeres detenidas en Atenco el 3 y 4 de mayo. [...]
“Son públicos los testimonios de Valentina Palma, estudiante chilena ilegalmente expulsada; de Cristina Valls y de María Sastres, ciudadanas españolas expulsadas. Las tres declaran que las manosearon, abusaron, golpearon, insultaron y humillaron de todas las maneras. Es público el testimonio de dos estudiantes, todavía detenidas, que refieren lo mismo. Todas dicen que eso les pasó a todas las presas, que lo oyeron y las vieron llegar al penal llorando y con la ropa desgarrada, contando lo que les pasó. [...]
“Las autoridades han empezado a decir que se trata de mentiras y propaganda y que como no hay denuncias no se puede investigar. Pero “sí hay denuncias formales, hasta ahora 23 casos denunciados más las tres expulsadas. [...] Estamos ante la violación tumultuaria por personal policiaco en servicio. [...] No se trata aquí de que cada una de las mujeres vejadas denuncie. Se trata de que se castigue a todos los responsables. [...]
“Nosotras creemos el testimonio de las mujeres violadas. Sabemos lo difícil que es denunciar, que faltan las palabras para expresar lo vivido. Y sabemos que pueden recibir amenazas. Les ofrecemos solidaridad, respeto y apoyo. [...]
Exigimos castigo a los responsables directos y a sus mandos. Lo exigimos no sólo porque es claramente de justicia, sino porque este creciente empleo del abuso sexual por la policía debe detenerse cuanto antes. No podemos admitir que se vuelva habitual y las mujeres en México tengamos que vivir con su amenaza, esa otra amenaza más.
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Estas son las memorias. Atenco no se olvida.

viernes, junio 08, 2012

ROMPER EL CERCO



Documental: Romper el Cerco, Atenco y Medios de Información. 7PM y 9PM en el Estadio Azteca, con la presencia del director. 

Dedicado a la compañera cineasta Valentina Palma, ultrajada y deportada en la represión contra los campesinos de Atenco ordenada por Enrique Peña Nieto.

Palabras de Trini a epn


El 28 de mayo se reunió el movimiento de Paz con Justicia y Dignidad con los candidatos les mando las palabras de Trini que hoy reporta Gilly ya que ningún medio las reportó de forma integral.

(Este lunes como reacción al movimiento 132 despertamos con la aplanadora priista a todo lo que da porqué Peña Nieto confia ciegamente en esa dinosaurica potencia, fué lo que aplicó en el Estado de Mexico y le funcionó. Por suerte en unos dias sus anuncios del metro ya están rotos y grafiteados pero no es suficiente, circulemos la información, para contrarrestar sus campañas.)

Dijo Trinidad Ramírez a Enrique Peña Nieto en el castillo de Chapultepec:

En México, los pueblos han aprendido a defender a la madre tierra frente al despojo de los gobiernos que pierden los principios y la moral y se convierten en meros ejecutantes de intereses mezquinos de empresas trasnacionales. Violan la Constitución, humillan la voluntad de los pueblos y cometen toda clase de agravios contra la población que se defiende y se organiza para evitar que su patrimonio y raíces sean exterminados. Cherán, Ostula, Wirikuta, Temacapulín, La Parota y muchas más resistencias se viven hoy en nuestrro país. Todas han recibido como respuesta represión, desprecio, asesinatos, engaños y la descalificación sistemática. Todos los agravios en su contra han permanecido impunes.

Atenco es un botón de muestra. Y tú, Enrique Peña Nieto, lo sabes perfectamente. Sabes que en 2001 intentaron arrebatar nuestras tierras para la construcción de un aeropuerto. Como resultado de la defensa legal y legítima del pueblo tuvieron que derogar el decreto que nos despojaba.

Siendo gobernador del estado de México, el 3 y 4 de mayo de 2006 tú ordenaste el operativo contra nuestros pueblos. La violencia la provocó tu gobierno. A pesar de haber alcanzado un acuerdo el día 2 de mayo, tú traicionaste y ordenaste golpear a nuestros compañeros en Texcoco. No fue una situación fortuita, fue una venganza planeada de tu parte. Venganza en contra del pueblo que se resistió al despojo de sus tierras. Pretendían desaparecer al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra para apoderarse de lo que es nuestro, y hoy mantienen vigente esa amenaza.

Has repetido que fue tu decisión la que se llevó a cabo en ese operativo, en el que fueron asesinados dos jóvenes: Javier Cortés Santiago y Alexis Benhumea Hernández, (este último) estudiante de la UNAM, a manos de las fuerzas que tú llamas del orden. Tú has reiterado que eres responsable de lo sucedido en Atenco, donde fueron torturadas sexualmente 46 mujeres, entre ellas cuatro extranjeras. Entonces, Peña, eres responsable de dos asesinatos impunes, eres responsable de que una banda de violadores siga actuando al amparo de la policía que tú creaste. Esas son tus credenciales para intentar llegar a la Presidencia.

Además de ser ilegalmente detenidos y bestialmente torturados, nuestros compañeros fueron encarcelados. Moviste todos los instrumentos de tu gobierno para condenar a 112 años de prisión a quienes defendieron la tierra. Se tuvo que llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que cabe aclarar que no avaló el operativo, sino que reconoció que hubo tortura sexual y violaciones graves a los derechos humanos. La misma Suprema Corte dictaminó la liberación de nuestros compañeros después de cuatro años de procesos.

No fue para ti importante cuántos hijos y esposos sufrieron la impotencia frente al agravio a sus mujeres. Cuántas familias quedaron sin hijos, sin sus esposos y sin ingresos por los años de persecución y cárcel que sufrieron siendo inocentes. No te importó porque el dolor y el sufrimiento de nuestros pueblos es para ti un trofeo. Por eso también nadie ha sido castigado por todos estos delitos, nadie de los tuyos pisó nunca una cárcel. Los muertos, las agraviadas y los presos los puso el pueblo.

Intentas tapar el sol con un dedo. Ahora quieres volver a justificar tu imperdonable represión recurriendo a la imagen del policía que fue golpeado. Te recordamos que esa reacción del pueblo fue a consecuencia del cruel asesinato de Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad. Las televisoras pasaron una y otra vez la escena de un hecho que no debió ocurrir, indudablemente no debió ocurrir. Pero nunca salió en la televisión cómo golpearon y detuvieron a nuestros compañeros, ni los allanamientos ilegales, ni a nuestros niños rociados con gas lacrimógeno, etcétera. Desde entonces era evidente la nefasta alianza con la manipulación de las televisoras.
La brutalidad de tu policía no se debió a excesos individuales. Lo ratifican decenas de organismos e instituciones de derechos humanos nacionales e internacionales. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Centro Miguel Agustín Pro, Amnistía Internacional, la ONU, la Comisión Internacional, once premios Nobel de la Paz y la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos, por mencionar algunos, coinciden en señalar el operativo Atenco, en su conjunto, como violaciones graves a los derechos humanos.

Esto es lo que el PRI representa. Ustedes tratan al pueblo y sus líderes como delincuentes. Lo hicieron en 1968 y en 1971, en las masacres de Aguas Blancas y Acteal. No importa cuánto quieras deslindar, ese es tu partido.
Lo que tú representas es un gobierno prepotente y violento, incapaz de aceptar la crítica y acostumbrado a imponerse por la fuerza y la manipulación. Tu campaña es un peligro para esta nación, sobre todo para los pueblos y para cualquier espíritu crítico y honesto.

No venimos a pactar, sino a señalarte y decirte que sabemos que la justicia no vendrá de ustedes, los represores, sino del pueblo.
* * *
Así concluyó el alegato de San Salvador Atenco en la voz de la señora Trinidad Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, en el castillo de Chapultepec. Poco o nada musitó al respecto Enrique Peña Nieto. ¿Qué podía decir? No hay que olvidar que en la represión de Atenco participó también la Policía Federal por órdenes del entonces presidente Vicente Fox, hoy aliado de Enrique Peña Nieto. El abogado Leonel Rivera, defensor de Atenco, declaró entonces a Emir Olivares y Blanche Petrich (La Jornada, 5 de mayo de 2006):

Desde que la movilización popular frustró el proyecto del aeropuerto internacional para defender sus tierras, hace tres años, estaba pendiente un ajuste de cuentas por parte de quienes, dentro de los círculos del presidente Vicente Fox y el ex gobernador Arturo Montiel, perdieron negocios por muchos miles de millones de dólares. Estos intereses no iban a perdonar a los campesinos. Y el miércoles se la cobraron.

Está claro, entonces, por qué hoy Atenco no se olvida.

ATENCO NO SE OLVIDA


jueves, junio 07, 2012

Por qué Atenco no se olvida


Foto
Estudiantes increpan al candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, durante su visita a la Universidad Iberoamericana para participar en un foro donde expuso sus propuestas de campaña, el pasado 11 de mayoFoto Guillermo Sologuren
E
nrique Peña Nieto fue a laIbero el viernes 11 de mayo a un encuentro bien preparado y sin problemas previsibles. Los estudiantes, ellas y ellos, le plantearon sus preguntas; entre otras, qué había pasado en Atenco seis años antes. El candidato dio una respuesta administrativa. No satisfizo a nadie, pero tal vez la habría librado si, antes de irse, no se le ocurre tomar otra vez el micrófono y, a modo de Santo Papa, declarar a voz en cuello:
Asumo plena responsabilidad por lo sucedido en Atenco. Los responsables fueron consignados ante el Poder Judicial, pero, reitero: fue una acción determinada en el legítimo derecho que tiene el Estado mexicano de usar la fuerza pública para restablecer el orden y la paz.
Mala hora, viernes negro: se armó la de Dios es Cristo. Los estudiantes gritaron y clamaron: ¡Atenco no se olvida!¡Atenco no se olvida!, el candidato perdió el aplomo y, perseguido por las voces de los jóvenes, se refugió en los baños, para su esquiva suerte, los baños de mujeres. Las cámaras registraron su expresión de desconcierto y la de quienes lo acompañaban; finalmente atinó a salir por las escaleras entre gritos de:¡fuera! ¡fuera! ¡fuera!.
De ahí nació y se extendió por las universidades y sus alrededores el imprevisto, desparpajado, inencuadrable y desordenante movimiento de los estudiantes: primero de los 131 de la Ibero que dieron la cara, mostraron su credencial y desafiaron a quienes pensaban, tal vez como en Atenco, encontrar culpables para aplicarles el uso legítimo de la fuerza pública; y después de todos los que, atraídos por ese gesto de desafío, se fueron sumando como torrentera para declarar, cada uno y todos juntos,#YoSoy132.
* * *
El 28 de mayo, como es sabido, tuvo lugar el encuentro con los cuatros candidatos presidenciales en el castillo de Chapultepec, organizado por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Las crónicas se ocuparon sobre todo de cuanto dijeron los abanderados y mucho menos de los testimonios de las víctimas, sobre lo cual pude escribir en estas páginas.
Quiero retomar ahora otro registro de la reunión del castillo: el alegato desafiante y acusador de la señora Trinidad Ramírez, en nombre del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, dirigido al candidato Enrique Peña Nieto allí presente. Esas palabras, y la actividad tenaz de doña Trini y sus compañeros durante años, hasta lograr la absolución por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la liberación de los 12 presos de Atenco, en julio de 2010, declarados inocentes de toda culpa más de cuatro años después de haber sido encarcelados, explican bien por qué hoy, en mayo de 2012, Atenco no se olvida.
* * *
Dijo Trinidad Ramírez a Enrique Peña Nieto en el castillo de Chapultepec:
En México, los pueblos han aprendido a defender a la madre tierra frente al despojo de los gobiernos que pierden los principios y la moral y se convierten en meros ejecutantes de intereses mezquinos de empresas trasnacionales. Violan la Constitución, humillan la voluntad de los pueblos y cometen toda clase de agravios contra la población que se defiende y se organiza para evitar que su patrimonio y raíces sean exterminados. Cherán, Ostula, Wirikuta, Temacapulín, La Parota y muchas más resistencias se viven hoy en nuestrro país. Todas han recibido como respuesta represión, desprecio, asesinatos, engaños y la descalificación sistemática. Todos los agravios en su contra han permanecido impunes.
Atenco es un botón de muestra. Y tú, Enrique Peña Nieto, lo sabes perfectamente. Sabes que en 2001 intentaron arrebatar nuestras tierras para la construcción de un aeropuerto. Como resultado de la defensa legal y legítima del pueblo tuvieron que derogar el decreto que nos despojaba.
Siendo gobernador del estado de México, el 3 y 4 de mayo de 2006 tú ordenaste el operativo contra nuestros pueblos. La violencia la provocó tu gobierno. A pesar de haber alcanzado un acuerdo el día 2 de mayo, tú traicionaste y ordenaste golpear a nuestros compañeros en Texcoco. No fue una situación fortuita, fue una venganza planeada de tu parte. Venganza en contra del pueblo que se resistió al despojo de sus tierras. Pretendían desaparecer al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra para apoderarse de lo que es nuestro, y hoy mantienen vigente esa amenaza.
Has repetido que fue tu decisión la que se llevó a cabo en ese operativo, en el que fueron asesinados dos jóvenes: Javier Cortés Santiago y Alexis Benhumea Hernández, (este último) estudiante de la UNAM, a manos de las fuerzas que tú llamas del orden. Tú has reiterado que eres responsable de lo sucedido en Atenco, donde fueron torturadas sexualmente 46 mujeres, entre ellas cuatro extranjeras. Entonces, Peña, eres responsable de dos asesinatos impunes, eres responsable de que una banda de violadores siga actuando al amparo de la policía que tú creaste. Esas son tus credenciales para intentar llegar a la Presidencia.
Además de ser ilegalmente detenidos y bestialmente torturados, nuestros compañeros fueron encarcelados. Moviste todos los instrumentos de tu gobierno para condenar a 112 años de prisión a quienes defendieron la tierra. Se tuvo que llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que cabe aclarar que no avaló el operativo, sino que reconoció que hubo tortura sexual y violaciones graves a los derechos humanos. La misma Suprema Corte dictaminó la liberación de nuestros compañeros después de cuatro años de procesos.
No fue para ti importante cuántos hijos y esposos sufrieron la impotencia frente al agravio a sus mujeres. Cuántas familias quedaron sin hijos, sin sus esposos y sin ingresos por los años de persecución y cárcel que sufrieron siendo inocentes. No te importó porque el dolor y el sufrimiento de nuestros pueblos es para ti un trofeo. Por eso también nadie ha sido castigado por todos estos delitos, nadie de los tuyos pisó nunca una cárcel. Los muertos, las agraviadas y los presos los puso el pueblo.
Intentas tapar el sol con un dedo. Ahora quieres volver a justificar tu imperdonable represión recurriendo a la imagen del policía que fue golpeado. Te recordamos que esa reacción del pueblo fue a consecuencia del cruel asesinato de Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad. Las televisoras pasaron una y otra vez la escena de un hecho que no debió ocurrir, indudablemente no debió ocurrir. Pero nunca salió en la televisión cómo golpearon y detuvieron a nuestros compañeros, ni los allanamientos ilegales, ni a nuestros niños rociados con gas lacrimógeno, etcétera. Desde entonces era evidente la nefasta alianza con la manipulación de las televisoras.
La brutalidad de tu policía no se debió a excesos individuales. Lo ratifican decenas de organismos e instituciones de derechos humanos nacionales e internacionales. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Centro Miguel Agustín Pro, Amnistía Internacional, la ONU, la Comisión Internacional, once premios Nobel de la Paz y la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos, por mencionar algunos, coinciden en señalar eloperativo Atenco, en su conjunto, como violaciones graves a los derechos humanos.
Esto es lo que el PRI representa. Ustedes tratan al pueblo y sus líderes como delincuentes. Lo hicieron en 1968 y en 1971, en las masacres de Aguas Blancas y Acteal. No importa cuánto quieras deslindar, ese es tu partido.
Lo que tú representas es un gobierno prepotente y violento, incapaz de aceptar la crítica y acostumbrado a imponerse por la fuerza y la manipulación. Tu campaña es un peligro para esta nación, sobre todo para los pueblos y para cualquier espíritu crítico y honesto.
No venimos a pactar, sino a señalarte y decirte que sabemos que la justicia no vendrá de ustedes, los represores, sino del pueblo.
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Así concluyó el alegato de San Salvador Atenco en la voz de la señora Trinidad Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, en el castillo de Chapultepec. Poco o nada musitó al respecto Enrique Peña Nieto. ¿Qué podía decir? No hay que olvidar que en la represión de Atenco participó también la Policía Federal por órdenes del entonces presidente Vicente Fox, hoy aliado de Enrique Peña Nieto. El abogado Leonel Rivera, defensor de Atenco, declaró entonces a Emir Olivares y Blanche Petrich (La Jornada, 5 de mayo de 2006):
Desde que la movilización popular frustró el proyecto del aeropuerto internacional para defender sus tierras, hace tres años, estaba pendiente un ajuste de cuentas por parte de quienes, dentro de los círculos del presidente Vicente Fox y el ex gobernador Arturo Montiel, perdieron negocios por muchos miles de millones de dólares. Estos intereses no iban a perdonar a los campesinos. Y el miércoles se la cobraron.
Está claro, entonces, por qué hoy Atenco no se olvida. #