lunes, enero 28, 2008

Libertad se plasma en los muros


Si hay algún lugar donde se condensan las contradicciones de las palabras es en la cárcel. La palabra que mas se pronuncia es ¡Libertad!, pero la libertad en la cárcel esta vedada, libertad se plasma en los muros, se grita por la noche.

¿Y el tiempo? El tiempo corre, se detiene, se pega en la pared, resbala por las rejas, se resbala por el cuerpo.

Así pasaron un año ocho meses en prisión Guillermo Selvas, Cecilio Ramírez, David Medina, Marina Selvas, Vicente García, Martin Garrido y Jorge Armando Ramírez, que el pasado sábado 26 de enero por la madrugada por fin fueron puestos en libertad.

Ya desde el viernes la noticia se había corrido entre los que asisten continuamente a las audiencias en el Penal del Molino de las Flores en Texcoco estado de México. Así algunos se quedaron para esperar la salida de estos 7 compañeros. Conforme pasaban las horas cada vez más personas se congregaban afuera del penal, otras esperaban tomando café y platicando en el Plantón del Molino, plantón que a pesar de todas las dificultades que enfrenta, aún se sigue manteniendo: “hasta que salgan todos los presos” dicen los que sostienen este plantón.

Pasaba la media noche y las consignas cada vez eran más fuertes, la impaciencia se reflejaba en algunos rostros. ¡Hasta que por fin!... Aparecieron los 7 compañeros por esa puerta grande y gris (bueno ya no es tan gris porque se han encargado de pintarla con consignas y stencil, además ya no es tan grande, porque con la solidaridad se vuelve pequeña, pequeñita).

Con abrazos, consignas y mucha alegría fueron recibidos, Guillermo, Vicente, Martin, Jorge, David, Cecilio y Mariana.

Eran cerca de las 2 de la mañana, una mesa, mantas, y un sonido fue el escenario donde pudieron dirigir unas palabras a los que esperábamos.Uno a uno dio las gracias y ofreció su resistencia, como dijo Vicente García: “allá adentro hay más compas y todos esperan de nosotros, de nuestra lucha para sacarlos”.

Los compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) avisaron que ya los esperaban en la explanada de San Salvador Atenco para darles la bienvenida. De esta forma varios se trasladaron hasta Atenco a pesar que ya eran las 3 de la mañana y el frio aumentaba, pero la alegría era tal que bien valía la pena.

Ya en Atenco, los pobladores se encontraban frente al auditorio, allí recibieron con consignas y cohetes a Mariana Selvas, Guillermo Selvas, Vicente García y Cecilio Ramírez, los otros 4 compañeros se habían retirado ya a sus casas ( y es que después de un año 8 meses era necesario estar con la familia), no así Vicente que recordó: “en una noche como ésta muchos llegamos aquí el 4 de mayo, una noche como ésta estábamos en Almoloya, una noche como ésta estábamos en el Molino de las Flores”.

La bienvenida por parte del FPDT corrió por Ulises del Valle que mencionó: “No importándoles lo que pudieran pasarles vinieron a solidarizarse con nosotros”.

Y por Ana que aseguró: “La libertad de los 7 compañeros es un paso más que dimos como parte de la Otra Campaña, como parte del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra”.

Y es que la libertad de los compañeros no es una dádiva del gobierno, no es que la justicia mexicana sea eficiente, de ser así, nunca hubieran pisado la cárcel, la libertad se debe a la solidaridad, el apoyo y la presión de parte de todos los que se movilizan.

Y como dijo el Doctor Selvas: “el gobierno mexicano no acepta bajo ningún rubro que haya presos políticos, entonces somos presos comunes y nos ponen muchas trabas, para salir nos dejan al último minuto, de la última hora, del último día, de todos los tiempos habidos y por haber y nos dejan de tal manera que hay que chingarce”.

Para finalizar otra compañera más del FPDT les da unos machetes: “Como símbolo de lucha para nosotras las mujeres y de resistencia para todo el pueblo”.

Así la madrugada llegaba a su fin para dar paso a una mañana de resistencia y un,… “vamos por todos los demás compañeros que aún están presos” mientras el fuego consumía los uniformes azules que usaron 1 año 8 meses en la cárcel.